Summary
La recolección y organización de documentos, de información escrita, oral o gráfica, es una de las exigencias propias del quehacer del historiador. Estas actividades solían realizarse en una dispendiosa tarea que incluía contar con un espacio para la compilación de papeles, carpetas, fichas bibliográficas, fichas con apuntes, y archivos de bibliografía tan largos y difíciles de manejar que solo quien lo hubiera construido, contando con una excelente memoria, podía navegar en esa marejada de referencias y papeles.