Pensamiento constituye uno de aquellos conceptos a los cuales todos nos referimos constantemente, pero difícilmente somos capaces de definir. Probablemente tendemos a hacerlo equivalente a algo así como "representación interna"; sin embargo, difícilmente aceptaríamos que los sueños o las fantasías, por una parte, y la solución de un problema matemático, por la otra, pertenecen exactamente a una misma categoría de pensamiento, aunque constituyen ambas formas de representación interna. El término "representación interna" no parece equivalente a pensamiento, y aunque lo fuese, quedaría por definir que entendemos exactamente por representación interna.