Resumen
En las últimas cuatro décadas, la transformación de la violencia ha sido matizada por la aparición de nuevos componentes: narcotráfico, paramilitarismo, sicariato, etc. No obstante estas nuevas formas no es posible presentar la Violencia de los 50-60 reducida al bipartidismo político y menos como un fenómeno inconexo con la actual violencia política. Más allá de esta realidad, podemos constatar cómo el Estado no ha evolucionado adecuadamente para dar solución a una situación de carácter crónico.