Las gramináceas son plantas conocidas desde la antigüedad más remota. Tan importantes son las gramináceas desde el punto de vista bromatológico, que los hombres pueden ser clasificados en comedores de trigo, de arroz, de maíz, de mijo, de sorgo, de tocusso, de tef, etc. El área de distribución de las gramíneas es inmensa: se las encuentra desde las orillas del mar y en las aguas dulces, hasta las nieves perpetuas; sólo en las aguas saladas desconocidas. En punto de tamaño, las hay desde unos centímetros hasta nuestra guadua gigantesca, de treinta y más metros de altura. Dicha distribución se halla en relación con el clima, pero también es influida por los hábitos de los pueblos, por la civilización, por el comercio o por otras circunstancias.