Dentro de las políticas públicas que vienen llamando la atención de la sociedad colombiana se encuentra la relacionada con el ordenamiento y la organización territorial del estado la cual en su conjunto genera una nueva praxis geopolítica encaminada a superar la tradición de Occidente. En los últimos tiempos, se considera que es necesario enfocar los esfuerzos comunitarios hacia la elaboración de geografías sociales y culturales encaminadas a garantizar la gobernabilidad de los territorios, y por consiguiente, la superación de los conflictos armados. En las polémicas sobre la administración y el desarrollo territorial, se ha demostrado que el país no cuenta con una eografía política coherente, puesto que la geografía estatal presenta deficiencias para el manejo de los asuntos económicos y sociales, la gobernabilidad y la superación de los conflictos armados, la preservación del medio ambiente, el buen uso de los recursos naturales y el diseño de programas tendientes a la conservación del patrimonio genético de la nación, los debates emprendidos han arrojado como resultado una serie de políticas públicas que han tratado de reformar el orden y la organización territorial. En este artículo se busca demostrar que la socio-génesis de las reformas territoriales, es el resultado de una serie de movimientos comunitarios regionales y locales surgidos durante los años setenta, que han trazado diversas geografías comunitarias. Dichas geografías se encargaron de revelar las inconsistencias de la administración pública territorial para las comunidades, la manera como la misma es una fuente de generación de tensiones y conflictos y el modo como se opone a la instauración de formas estatales y políticas no occidentales y de geografías sociales para la administración del espacio.