Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 InternacionalRomán Jitdutjaaño, Oscar RomualdoEcheverri, Juan Alvaro2022-11-182022-11-181998-02-17https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/82715Urukɨ komuiya jaa aiyɨ bebene ɨfokɨ mena komuiya yezika iidɨ jaae mooma buinaima mameka rafue fɨeka rafue uai kaɨmo bene aiyɨ yɨɨnoga daaje ii komuidɨkaɨ daaje ii uaido mamedɨkaɨEn el nacimiento de la humanidad siempre hay dos cabezas: Este texto continúa con la formación del Padre que ahora son “dos cabezas”: hombre-mujer. La mujer es su cuerpo. Aquí se continúa con el género verbal de daibiriya uai (palabra de goteo). Se narra el origen de dos sales-enfermedades y del tiesto de sal kumeni. El nacimiento de la humanidad, ya ahora en esta parte, la cabeza se divide en dos (un solo cuerpo con dos cabezas). En ese momento, esa ciencia que ya el Padre Creador reglamentó, esa palabra de ciencia que dejó para nosotros, acá ya la recibimos. De esa misma manera nos formamos, con esa misma palabra1:00:47 horasCasete analógicohtohttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/300 - Ciencias sociales::301 - Sociología y antropologíaRafue 15. Urukɨ komuiya mena ɨfokɨ jaa komuideGrabación sonora74 Mbinfo:eu-repo/semantics/openAccessLengua no escritaRafueƗaizaɨMurui MɨnɨkaSal vegetalDiscurso ceremonialUitotoTradición oralEn el nacimiento de la humanidad siempre hay dos cabezas16/44.1 stereo3