Erasmo
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EspañolFecha de publicación
1960Resumen
En el otoño de 1521 llegó Erasmo a Basilea con el propósito de radicarse definitivamente en esa ciudad como editor general y consejero de la casa editorial de Froben, y durante siete años, hasta la muerte de éste, estuvo al frente de ese “molino", como él lo llamaba. Aunque su gloría estaba en el cénit, pues le habían alabado hombres como Hutten y Adriano Baarland, que lo llamaba “Fénix de los eruditos” , y le habían instado para que los visitase el obispo de Lieja, Erard de la Mark, el obispo de Utrecht, los reyes de Inglaterra y Francia, el cardenal de York, los arzobispos de Mayence y de Treves, los obispos de Bayeux, Lieja, Basilea y Rochester, etc., no halló en las orillas del Rhin la tranquilidad que esperaba, porque a todas partes había llegado la agitación religiosa y todos le instaban a que escritiese contra Lutero, quizá pensando que el silencio del teólogo y humanista fuese nada menos que un indicio de su posible adhesión a las ideas proclamadas por el heresiarca. Ya se lo había advertido Juan Luis Vives, el glorioso escritor y filósofo español, desde Lovaina, en carta del 19 de enero de 1522: “Cierta cosa es que aquí te creen Luterano” Lo cual, si no era una verdad inconcusa, algunas actitudes de Erasmo le hacían sospechoso, por lo menos, de andar en solapada inteligencia con el monje protestante, aunque dijese: “Ciertamente que ni la vida ni la muerte me separarán de la obediencia a la Iglesia y de la sincera adhesión a la fe cristiana”.Palabras clave
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