Juan antonio roda and "emotional authenticity"

Abstract

In 1986 Antonio Roda returned to abstract painting after a long stretch of time as an engraver, a time in which he achieved important figurative works. This return to painting reveals a romantic attitude that has always been present in his work: an "emotional authenticity" related to the artist's honesty and sincerity. This quality, according to the romantics, is what validates a work of art and transforms it into the vital and personal experience of the artist. This purpose is explicit in Roda's work, an artist who, during his lifetime "intended to leave his fingerprint on that page that reads, Antonio Roda". Notwithstanding the great differences that exist between his engravings and his pictoric work it is possible to observe certain traits that are present in both forms of language and that permit the observation of this emotional authenticity that is translated into painting, with the spontaneous and emotional strok.es that are characteristic of his trade. The different stages of his work are analized under this perspective, many times using the artist 's own words.

A partir de 1986 Antonio Roda retorna a la pintura abstracta después de una larga etapa como grabador, en la que realizó una importante obra figurativa. Este retomo a la pintura pone de manifiesto una actitud romántica que ha estado presente a lo largo de su obra: la "autenticidad emotiva" que se relaciona con la honestidad y la sinceridad del artista. Una cualidad que a juicio de los románticos es la que dota de "validez" a la obra de arte y la que convierte a la obra en la expresión de la experiencia vital y personal del artista, propósito que se hace explicito en la obra de Roda, quien "a lo largo de su quehacer se propuso de dejar una huella digital en esa página que dice Antonio Roda". A pesar de las grandes diferencias que median entre su obra gráfica y la pictórica, es posible observar ciertos rasgos que están presentes en sus dos formas de lenguaje y que permiten observar la presencia de esa autenticidad emotiva que se traduce, en el dibujo, en unos trazos espontáneos y emotivos que son característicos de su oficio. En esta perspectiva se analizan las distintas etapas de su trabajo recurriendo frecuentemente a las palabras del propio artista.