Summary
Muy valiente y responsable ha sido la actitud asumida por la ministra de Educación, María Fernanda Campo, al poner en la agenda pública la necesaria y urgente reforma educativa en medio de un agitado ambiente político por las elecciones regionales y un crispado panorama global por las crecientes protestas a lo largo y ancho de muchos países de la región y de otros continentes.