Derechos vulnerados
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Artículo de revista
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EspañolPublication Date
1999Metadata
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La región de América Latina y el Caribe comparte con otras del llamado Tercer Mundo el estar experimentando -particularmente durante las últimas dos décadas- un intenso movimiento migratorio, en el que la feminización del fenómeno se plantea como uno de sus rasgos más distintivos. De hecho, según datos citados por la académica canadiense Daiva Stasiulis, las mujeres migrantes -para trabajo sexual y doméstico- constituyen dos de los grupos mayoritarios de migrantes en todo el mundo. Sabemos que nuestra región no es una excepción a este fenómeno. El dramático aumento en el movimiento migratorio de mujeres que ha estado ocurriendo durante las últimas dos décadas es, sin duda, parte de la tan cacareada globalización de la economía mundial. Sin embargo esta globalización no opera igual para todas las personas. Daiva Stasiulis ha propuesto que dicha globalización opera en dos niveles. El nivel de globalización 1 se refiere a un mundo masculinizado de alta tecnología y de finanzas, producción y tecnología global que ofrece servicios del ámbito público. El nivel de globalización 2 representa una economía mayoritariamente feminizada de servicios sexualizados y racializados que ofrece servicios del ámbito privado. Dada la estructura y funcionamiento de la globalización 2, ésta no diferencia entre las esferas pública y privada de las trabajadoras, e institucionaliza así el abuso y la explotación. De esta forma sustenta el mantenimiento del primer nivel de globalización 1, que se apoya en la mano de obra batata e indocumentada y en las condiciones de trabajo infrahumanas para sostenerse y lucrarse.Keywords
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