Preliminares
Type
Artículo de revista
Document language
EspañolPublication Date
1998-06Metadata
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“Hasta no hace muchos años, por lo menos en Colombia, las mujeres conformaban en las ciudades una constelación de trabajadoras invisibles, ocultas dentro de las casas, asignadas a las labores domésticas, a los oficios innumerables. Tanto era así -y además continúa en buena medida ocurriendo así- que con demasiada frecuencia las mujeres respondían no trabajo, sayama de casa cuando se les preguntaba por sus obligaciones. Quizás en nuestro caso bastaría observar con un mínimo detenimiento las fotografías de calles y espacios públicos de ciudades como Bogotá, Medellín, Cali o Barranquilla, hace 50 años, para ver tales sitios poblados casi exclusivamente por hombres. Con la excepción, eso sí, de los cafés y cantinas atendidas por meseras o trabajadoras sexuales. Entonces también eran limitadas al extremo las posibilidades de acceso de las mujeres a la educación superior, y las universidades estaban convertidas en exclusivo refugio de la inteligencia masculina. Incluso, cuando se planteó más en serio y de forma más consistente la necesidad y el derecho de las mujeres a la educación superior, la primera respuesta consistió en especies de escuelas de dudoso nivel académico, posteriores a la secundaria, donde se enseñaba a las mujeres aquellas artes indispensables para atender una casa y responder por una familia, con frecuencia orientadas por monjas. Pocos años después aparecieron las carreras femeninas, aquellas más cercanas a los oficios tradicionalmente adjudicados a las mujeres, más allegadas a las labores de asistencia social y unidas extrañamente al concepto machista de feminidad y quizás emparentadas en el fondo con la creencia de que la capacidad mental de las mujeres resultaba inferior a la de los señores, por lo que había que tener ciertas consideraciones. Sin embargo el mundo cambió tan rápido en todos los órdenes, en comparación con el ritmo de los cambios en épocas anteriores, que la contundencia y la presencia de nuevos valores, entre los cuales fueron decisivas las luchas y contrapropuestas de los movimientos de mujeres en el mundo occidental, que estas fueron saliendo de 'la oscuridad de sus obligaciones domésticas a la contundencia de los espacios públicos -físicos y políticos- de tal manera que hoy resultan escasas las instancias académicas, sociales, laborales y políticas que les resulten ajenas. Se visibilizaron las mujeres en los espacios del afuera…”Keywords
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