El retorno de la equidad: una defensa de la neutralidad

Abstract

El modelo de democracia liberal suele ser asociado con la idea de neutralidad. Según esta posición, el Estado debe abstenerse de fijar como cierta una determinada concepción de vida buena y, en cambio, debe garantizar las condiciones necesarias para efectos de que cada uno de los ciudadanos pueda llevar a cabo su propia visión de vida buena. No obstante, frente a la anterior pretensión, han surgido críticas que afirman que el objetivo mismo de la neutralidad es inalcanzable y que, además, lo que hacen las democracias liberales es hacer pasar por neutras visiones de lo bueno que realmente privilegian alguna forma de individualismo. El objetivo de esta investigación es reivindicar la posibilidad de la neutralidad a partir de una ampliación del concepto de lo justo. Para lograr esto he dividido el texto en cuatro partes. En la primera parte, mediante la exposición de la teoría de Rawls, daré cuenta de dónde se puede hallar la fuente de la neutralidad (capítulo 1). Una vez realizado lo anterior, expongo algunos de los principales problemas presentes en la teoría de Rawls y algunas de las consecuencias de aceptar estos problemas (capítulo 2). En el siguiente capítulo, muestro que el concepto de justicia puede ser ampliado mediante el concepto de equidad y que, como consecuencia de ello, se pueden resolver muchos de los problemas expuestos con anterioridad (capítulo 3). Finalmente, siguiendo el trabajo de Martha Nussbaum, muestro algunas aplicaciones prácticas de afirmar el concepto de equidad. Allí veremos que el concepto de equidad ha hecho posible un concepto de neutralidad abierta que, sin renunciar a los principales postulados del liberalismo, es capaz de responder a las críticas que a éste se le han formulado (capítulo 4). (Texto tomado de la fuente).

The model of liberal democracy is often associated with neutrality. According to this position, the state should refrain from setting as certain a particular conception of the good life and, instead, should guarantee the necessary conditions for each citizen to be able to carry out his or her own vision of the good life. However, in response to the above claim, criticism has arisen that the very goal of neutrality is unattainable and that, moreover, what liberal democracies really do is to pass off as neutral visions of the good that actually privilege some form of individualism. The objective of this research is to vindicate the possibility of neutrality based on an extension of the concept of justice. To achieve this I have divided the text into four parts. In the first part, through the exposition of Rawls' theory, I will give an account of where the source of neutrality can be found (chapter 1). Having done so, I expose some of the main problems present in Rawls' theory and some of the consequences of affirming these problems (chapter 2). In the next chapter, I show that the concept of justice can be extended by the concept of equity and that, as a consequence, many of the problems exposed above can be solved (chapter 3). Finally, following Martha Nussbaum's work, I show some practical applications of affirming the concept of equity. There we will see that the concept of equity has made possible a concept of open neutrality which, without renouncing the main postulates of liberalism, is capable of responding to the criticisms that have been made of it (chapter 4).