“La frontera nos pasó por encima” Territorios de fronteras agrarias los Llanos de Vichada y el Magdalena Medio en Colombia

Abstract

Esta investigación problematiza las trayectorias geohistóricas de las comunidades del Magdalena Medio y de Cumaribo (Vichada) desde sus luchas por la defensa de estos territorios contra dinámicas extractivas como la agricultura a gran escala, la deforestación y la gran minería, reguladas por definiciones normativas. Las fronteras agrarias en algunos casos se fundan por fuerzas externas, extractivas y de enclave; sin embargo quienes abren, integran y consolidan estos territorios son las dinámicas sociales y productivas que no solo perduren en el espacio y el tiempo, sino que puedan eventualmente “afrontar” las temporalidades de las bonanzas, fiebres y crisis, y con ello generar asentamiento, desarrollo, arraigo territorial y cultural que vaya más allá de los ciclos extractivos y productivos. La generación y consolidación de territorios de frontera se refuerzan por medio de centralidades fronterizas que no solo están determinadas por procesos externos, sino por voluntades políticas del Estado, y principalmente por la robustez, resistencia y resiliencia de sus fuerzas internas, como son la colonización, el arraigo y la territorialidad. La pretensión de homogenización e integración de las fronteras agrarias a las dinámicas mundiales recientes (acaparamiento de tierras, generación de reservas forestales, reforzamiento de la gran minería, bonos de carbono, entre otros procesos), genera a nivel local su fragmentación, por la jerarquización de las fronteras acorde a su “oferta” o las posibilidades extractivas de diferentes materias primas y commodities, y con esto una focalización o priorización de las mismas que se expresa no solo en los ordenamientos espaciales sino en las políticas públicas. (Texto tomado de la fuente).

This research problematizes the geohistorical trajectories of the communities of Magdalena Medio and Cumaribo (Vichada) through their struggles to defend these territories against extractive dynamics such as large-scale agriculture, deforestation, and large-scale mining, regulated by normative definitions. Agrarian frontiers are sometimes founded by external, extractive, and enclave forces; however, what opens, integrates, and consolidates these territories are the social and productive dynamics that not only endure in space and time, but can eventually "confront" the temporalities of booms, busts, and crises, thereby generating settlement, development, and territorial and cultural roots that go beyond the extractive and productive cycles. The creation and consolidation of border territories are reinforced by border centralities that are determined not only by external processes but also by the political will of the State, and primarily by the robustness, resistance, and resilience of its internal forces, such as colonization, rootedness, and territoriality. The attempt to homogenize and integrate agrarian frontiers into recent global dynamics (land grabbing, creation of forest reserves, strengthening of large-scale mining, carbon offsets, and other processes) generates their fragmentation at the local level, due to the hierarchization of frontiers according to their "supply" or the extractive possibilities of different raw materials and commodities, and with this, a focus or prioritization of these frontiers that is expressed not only in spatial planning but also in public policies.