Ecce homo in arti; o de cómo se expresa lo que se es en clave estética

Abstract

Ecce homo in arti. O de cómo se expresa lo que se es en clave estética, debe su origen a la peculiar autobiografía de Nietzsche, Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es. Pero más allá del jugueteo con la forma de intitular, este escrito encuentra en el pensamiento nietzscheano una ruta de escape a la paradoja de la tragedia. Con ella, en efecto, viene de la mano el interrogante que da vida a la presente indagación, a saber: ¿por qué el ser humano se place con la representación artística, u obra de imitación, de algo cuya presentación en la realidad le es desagradable? No obstante, de manera más particular, se trata del porqué del placer trágico. Y es que, debido a la noción aristotélica de tragedia, bien puede decirse, agarra bríos una pesquisa con aspiraciones genéricas. Ciertamente, antes de aquella sólo se deambulaba con una inquietud fundada en la experiencia cotidiana, cuyo desencadenante resultó ser otra vez Aristóteles. De modo similar a la invitación socrática a Protarco –mencionada un par de páginas atrás–, aquí al lector le corresponde traer a su mente y, con mayor énfasis, a su sensibilidad, lo que ocurre al contemplar espectáculos trágicos –o, al menos, representaciones artísticas afines–. Mientras que, por otro lado, a este escrito corresponde la nada fácil labor de captar allí el tipo de afección que se produce. Sin lugar a duda, acá se tratará de dar luces sobre el porqué de la complacencia con la representación artística de lo desagradable, molesto e incómodo que hay en esta interminable serie de choques de trenes.

Abstract: Ecce homo in arti.Or how to express what oneis inaesthetic key,due its origins toNietzsche‘s peculiar autobiography, Ecce homo. How one becomes what one is.However, beyond playing with titles, this text findsin ̳nietzschean‘ thought a way to escape tothe paradox of tragedy.With this paradox comes indeed a question that give life to the present inquiry: ¿whyishuman beingpleased with the artistic representation, or imitation play, of somethingwhosepresentation in reality becomes unpleasant?Nevertheless,in a very particular way, it is about the reason of tragic pleasure.And the thing is, thatbecause of Aristotle‘s notion of tragedy, it may well be said, thisinquiry with generic aspirations get stronger.Certainly, beforethat notion only was wanderwith a concern founded on daily experience, whose trigger resulted to beagainAristotle.In a similar way of Socratic invitation to Protarchus–mentioned couple of pages ago–here the reader is responsible to bringtohis mind and, more precisely, to his sensibility, what is happen to contemplate tragic spectacle –or, at least, related artistic representations–.While, on the other hand, this text is responsible of the nothing easy taskto understandthe kind of affection produced there.Without doubt, here will try to throw light on the reason ofpleasure with artistic representations of that unpleasant, annoying and uncomfortable that there is in this endless series of trainwrecks