“El hombre tiene el color del paisaje”: variaciones de la mirada en la obra de Emma Reyes

Abstract

Exiliada de toda pertenencia, sin asidero, sin punto de llegada, en un permanente estado naciente, Emma Reyes pinta y escribe su paisaje. Recrea un universo primordial y selvático, mudo y al acecho, colorido y violento, abrigador e infantil. Cautiva en lo que ve, como la mariposa que se posa en la flor, revela para el espectador una mirada que envuelve y palpa las cosas, la mirada desprevenida de una niña, esa receptividad activa, decantada y exiliada que habita un mundo sordo, sin duda, pero que no es objeto de queja ni reclamo. Esta tesis reflexiona sobre las variaciones de la mirada en la obra de Emma Reyes, sus formas de hacer visible a través de la escritura y la pintura como expresiones atemporales que abren la historia, el entramado entre los tiempos. Su mirada es una conquista del exilio como posibilidad de creación, mirada despojada, detenida, punto de anudamiento entre lo visible y lo invisible, que decanta el horror y le da lugar a la belleza, mirada que está de parte de las cosas e irradia luz como un latido. ¿Cómo es el paisaje que hace visible la mirada de Emma Reyes? (Texto tomado de la fuente)

Exiled from all belonging, without support, without a point of arrival, in a perpetual nascent state, Emma Reyes paints and writes her landscape. She recreates a primordial and jungle-like universe, silent and lurking, colorful and violent, warm and childish. Captivated by what she sees, like a butterfly resting on a flower, she reveals to the viewer a gaze that envelops and feels the things, the unwary gaze of a child, that active, refined, and exiled receptivity that inhabits a deaf world, undoubtedly, but one that is not the object of complaint or protest. This thesis reflects on the variations of the gaze in Emma Reyes's work, her ways of making visible through writing and painting as timeless expressions that open up history, the interweaving of times. Her gaze is a conquest of exile as a possibility of creation, a stripped-down, halted gaze, a point of connection between the visible and the invisible, that refines horror and gives space to beauty, a gaze that sides with things and radiates light like a heartbeat. What is the landscape that makes Emma Reyes's gaze visible?