Cartografiar afectos. Puntadas y relatos de enseñanza y viaje
Type
Trabajo de grado - Maestría
Document language
EspañolPublication Date
2018-01-25Metadata
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Querido Juan: Me convertí en una artista-profesora, como lo intuías la educación fue el camino que elegí. Me gustaría poder visitarte en el colegio y poder tener una de esas charlas contigo en donde sentía que al compartirte mis lecturas y los autores y artistas que estaba conociendo, podía retribuir tu esfuerzo y tu fe en nuestra generación. Me cuesta mucho hacer parte de grupos y construir nuevas relaciones, me es muy difícil acercarme de una manera tranquila y profunda o sentirme plenamente cómoda en un espacio nuevo, quizás por eso me aferro a los lugares donde logro hacerlo. En tus clases, aunque confieso que a veces me aburría, yo me sentía presente, en realidad nunca fue necesaria una gran cercanía o una confianza desbordada para sentir que prestabas atención y respetabas lo que pensaba, bastaba tu carácter tranquilo y la increíble capacidad de escucha que tenías. Cuando me enteré de tu muerte, fue inevitable empezar a recordar y tratar de buscar detalles en mi memoria para intentar volver a esos lugares. El mayor sentimiento que me abraza al pasear por esos recuerdos es la gratitud, si no fuera por tu sugerencia de estudiar Artes Plásticas, tal vez ni lo hubiese pensado, recuerdo que hasta ese momento no sabía siquiera que había una carrera llamada así, ni lo que significaba ser una artista. Tenías fe en nosotros porque algo especial veías, es una lástima que tu proyecto del libro con nuestros ensayos filosóficos no se hubiera materializado, creo que el colegio no estaba listo para esas iniciativas. Pero tú nos veías y eso fue tan importante para mí, no hace falta sino mirar el texto que nos dedicaste en el anuario, no eran simples palabras para cualquier otra generación, eran palabras exactas para cada uno de nosotros o al menos yo me sentí así, recogida en tu percepción y en tu sentir. Recuerdo especialmente las clases en donde estudiamos la Constitución Política y aquella clase en donde debíamos averiguar y exponer el compromiso ético de la carrera que habíamos elegido, recuerdo tu letra adornada y las clases en las que parecía que conversabas contigo mismo. Sobre todo viene a mi mente esa clase cuando leyendo nuestro ensayo de Hegel, apareció, se reveló para mí como una epifanía una ramita de pasto en la grieta que había entre la pared y el piso. En un par de semanas debíamos presentar para la exposición de la clase de historia del arte, un proyecto personal, yo quería que mi proyecto dijera algo y en esa, tu clase, nuestra clase, tuve una revelación: La naturaleza abriéndose paso en ambientes adversos. Hice un árbol hecho de alambre de cobre de los cables que había en mi casa, lleno de papeles de lo que comíamos en los descansos y en las ramas de ese árbol los negativos de una colección de fotos que tomé en los días siguientes: la ramita en el salón, el pasto creciendo dentro de una llanta botada, los brotes de plantas en las alcantarillas, el musgo en las paredes, las raíces de los árboles rompiendo el asfalto. Te puede parecer que son un poco común ese tipo de imágenes, ahora lo sé, pero en ese momento fueron un descubrimiento sutil y potente. Puedo decir con convencimiento que a lo largo de mi carrera, en mi rol como artista-profesora, tallerista o artista formadora, he estado tratado de pulir esa imagen y llenarla de sentidoKeywords
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