La importancia cognitiva de la afección
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Type
Trabajo de grado - Maestría
Document language
EspañolPublication Date
2019-03Metadata
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Desde los tiempos de Descartes y hasta los avances de las ciencias cognitivas tradicionales, la afectividad –la capacidad de recibir impresiones sensibles del entorno– ha sido tratada como una facultad pasiva de recepción de información sensible que se distingue de las operaciones cognitivas que se llevan a cabo sobre esa información. Detrás de esta distinción se esconde un dualismo de acuerdo con el cual la afectividad corresponde exclusivamente al cuerpo extra-cerebral, mientras que la cognición es llevada a cabo por la mente (esté esta o no instanciada materialmente en el cerebro). El propósito de este trabajo es asumir una postura en la que se afirme la corporización de la cognición, señalando con ello que la afección es un fenómeno cognitivo con un importante rol en la constitución de sentido llevada a cabo por el sujeto. Para ello, partiendo del desarrollo de una fenomenología de la afección, identificaré los rasgos constitutivos de este fenómeno unitario: la fuerza afectiva, el movimiento afectivo y la valencia afectiva. Estos corresponden a una manera primordial en que la conciencia constituye sentido, el cual está cinestésica y valorativamente cargado. Complementaré la labor fenomenológica llevada a cabo tomando avances empíricos y enactivos propios de las ciencias cognitivas con los cuales se mostrará que los rasgos constitutivos identificados son necesariamente corporizados en la medida en que, en el caso del ser humano, corresponden a complejos procesos sub-personales dinámicos que involucran no solo el cerebro, sino el sistema sensoriomotor y las capacidades autoregulativas del propio cuerpo.Summary
Abstract: Since Descartes’ times and until the developments of the traditional cognitive sciences, affectivity (the capacity of receiving sensible impressions from the environment) has been treated as a passive faculty of the reception of sensible information which is distinguished from the cognitive operations done of that information. Behind this distinction, there is a hidden dualism according to which affectivity exclusively corresponds to the non-neural body, while cognition is carried out by the mind (whether or not it is instantiated on the brain). The purpose of this work is to assume a position which affirms cognition’s embodiment, showing that affection is a cognitive phenomenon with an important role in the constitution of meaning carried out by the subject. For this, starting off the development of a phenomenology of affection, I will identify the constitutive traits of this unitary phenomenon: affective force, affective movement, and affective valence. These correspond to a primordial way in which consciousness constitutes meaning, which is kinesthetically charged and with a value. I will complement the phenomenological task done taking empirical and enactive developments from the cognitive sciences. It will be shown that the identified constitutive traits are necessarily embodied, for, in the case of the human being, they correspond to complex dynamical sub-personal processes which involve not only the brain, but the sensorimotor system and the auto-regulative capacities of the body.Keywords
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- Maestría en Filosofía [151]
