La experiencia estética según Gadamer: una interpretación para repensar el significado del arte y su autonomía

Abstract

Esta tesis busca comprender la experiencia estética desde la perspectiva de Hans-Georg Gadamer con el objetivo de repensar hoy el valor y el significado del arte y su autonomía. El primer capítulo analiza el concepto gadameriano de experiencia, central en la hermenéutica como modo de ser de la comprensión. Se desarrolla el papel constitutivo de los prejuicios, la historia efectual, así como la tarea de la comprensión como apertura. Se destaca en especial su carácter antisubjetivista en tanto frustración de expectativas y experiencia de la finitud. El segundo capítulo se aproxima a lo que Gadamer denomina la conciencia estética moderna, basada en el subjetivismo de la experiencia sensorial de formas bellas, que malinterpreta la experiencia del arte y su autonomía. Se argumenta que el arte contemporáneo intensifica ese extravío al desligarse de toda experiencia y quedarse solo con una convención tautológica. Finalmente, el tercer capítulo desarrolla la experiencia estética en tres grandes temas: 1) el modo de ser del juego, que revela la raíz antropológica del arte y lo emparenta con otras experiencias; 2) la particularidad del juego del arte, que se transforma en una conformación (Gebilde) a través de la experiencia, con la cual gana su identidad hermenéutica y su singular temporalidad; y 3) el significado de la experiencia estética, que determina su carácter excepcional y un acercamiento privilegiado a la verdad comprendida como aletheia. Se defiende que este acercamiento explica algunas tensiones conceptuales en la estética de Gadamer (símbolo/identidad hermenéutica; totalidad de sentido/historicidad), ya que en la experiencia del arte se atestiguan los límites del lenguaje y la comprensión. Para ello se aborda la estructura especulativa del lenguaje y el movimiento de la verdad entre revelación y ocultamiento. En últimas, la experiencia del arte nos acerca a la realidad entendida como infinitud fugaz de lo concreto y desafío inagotable a la comprensión, y revela nuestra finitud ante ello. Es un acercamiento privilegiado a la verdad sin poder poseerla como conocimiento. En las conclusiones se plantea que el significado de la experiencia estética, entendido como experiencia intraducible de los límites, justamente constituye la autonomía del arte. Esta no se basa, entonces, en convenciones de la conciencia estética, sino en la experiencia estética como forma eminente de la relación del ser humano con el mundo, que sustenta el sentido y el valor del arte. (Texto tomado de la fuente).

This thesis tries to understand aesthetic experience on the perspective of Hans-Georg Gadamer in order to rethink the value and meaning of art and its autonomy nowadays. The first chapter analyzes the Gadamer’s concept of experience, central to the hermeneutics as the mode of being of understanding. It develops the constitutive role of prejudices, the historical effectiveness, and the task of understanding as openness. Specially, its antisubjectivist character is emphasized, as frustration of expectatives and finiteness experiencie. The second chapter approaches to so-called modern aesthetic conciousness by Gadamer, which is based in the subjectivism of sensorial experience of beatiful forms, and misunderstands the experience of art and its autonomy. It is argued that contemporary art intensifies that mistake as it separates of any experience at all and keeps only a tautological convention. Finally, the third chapter develops the aesthetic experience on three big subjects: 1) the mode of being of game, that reveals the anthropological root of art and links it with another experiences; 2) the peculiarity of art’s game, that transforms itself into a conformation (Gebilde) through experience, with which the art’s game wins its hermeneutic identity and its special temporality; and 3) the meaning of aesthetic experience, that determines its exceptional character and a privileged closeness to the truth understood as aletheia. It is argued that this closeness explains some conceptual tensions in Gadamer’s aesthetics (symbol/hermeneutic identity; totality of meaning/historicity), because in the art experience we notice the language and understanding’s limits. To do this, the speculative structure of language and the truth’s movement between disclosure and concealing are broached. All in all, the art experience bring us closer to reality thought as the fleeting endlessness of the concrete being and inexhaustable challenge to understanding, it reveals our finitude before it. It’s a privileged closeness to the truth without can own it as knowledge. In the conclusions, it is suggested that precisely the meaning of aesthetic experience, understood as untranslatable experience of limits, make autonomy of art up. Therefore, this autonomy is not based on aesthetic conciousness’s conventions, but on the aesthetic experience as eminent way of relationship betwenn the human being and the world, which supports the sense and value of art.