Summary
La emergencia de agua potable que vive Manizales, consecuencia de un desarrollo que debilita el Estado y flagela el medio ambiente para apostarle al crecimiento económico, se expresa en las imprevisiones por la falta de celeridad y metodología de las obras al enfrentar la reparación de las redes y aseguramiento de plantas de este servicio vital de la ciudad. Todo, por haberle encomendado a las leyes del mercado el devenir de un servicio público fundamental.