Textos: Discurso sobre el espíritu positivo
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Artículo de revista
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EspañolPublication Date
1957Metadata
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Capitulo III, atributos correlativos del espíritu positivo del buen sentido. I De la palabra Positivo: sus diversas acepciones resumen los atributos del verdadero espíritu filosófico. 30. El concurso espontáneo de las diversas consideraciones generales indicadas en este Discurso basta ahora para caracterizar aquí, en todos los aspectos principales, el verdadero espíritu filosófico, que, después de una lenta evolución preliminar, llega hoy a su estado sistemático. Vista la evidente necesidad en que nos encontramos yá de calificarlo habitualm ente con una breve denominación especial, he tenido que preferir aquella a la que esta universal preparación ha dado cada día más, durante los tres últimos siglos, la preciosa propiedad de resumir lo mejor posible el conjunto de sus atributos fundamentales. Como todos los términos vulgares así elevados gradualmente a la dignidad filosófica, la palabra positivo tiene, en nuestras lenguas occidentales, varias acepciones distintas, aun excluyendo el sentido grosero que le dan las mentes mal cultivadas. Pero interesa aclarar aquí que todos esos diversos significados convienen igualmente a la nueva filosofía general, indicando alternativamente diferentes propiedades características de la misma; así, pues, esta aparente ambigüedad no ofrecerá en lo sucesivo ningún inconveniente real. Por el contrario, habrá que ver en ella uno de los principales ejemplos de esa admirable condensación de fórmulas que, en los pueblos adelantados, reúne bajo una sola expresión usual varios atributos distintos, cuando la razón pública ha llegado a conocer su relación permanente. 31. Considerada en primer término en su acepción más antigua y más corriente, la palabra “positivo” designa lo real, en oposición a lo quimérico. En este sentido, conviene plenamente al nuevo espíritu filosófico, así caracterizado por su constante consagración a las investigaciones verdaderamente accesibles a nuestra inteligencia, con exclusión permanente de los impenetrables misterios de que se ocupaba, sobre todo, en su infancia. En otro sentido, muy aproximado al anterior, pero distinto, sin embargo, este término fundamental indica el contraste de lo útil con lo ocioso; en este caso, recuerda, en Filosofía, el destino necesario de todas nuestras sanas especulaciones, encaminadas al mejoramiento continuo de nuestra verdadera condición individual y colectiva, en lugar de la vana satisfacción de una estéril curiosidad. Según un tercer significado usual, esta afortunada expresión se emplea con frecuencia para designar la oposición entre la certidumbre y la indecisión; indica así la aptitud característica de tal filosofía (ara constituir espontáneamente la armonía lógica en el individuo y a comunión espiritual en la especie entera, en lugar de esas dudas indefinidas y de esos debates interminables que debía suscitar el antiguo régimen mental. Una cuarta acepción corriente, que se confunde de masiado a menudo con la primera, consiste en oponer lo preciso a lo vago; este sentido recuerda la constante tendencia del verdadero espíritu filosófico a llegar en todo al grado de precisión compatible con la naturaleza de los fenómenos y conforme a la exigencia de nuestras verdaderas necesidades; mientras que la antigua manera de filosofar conducía necesariamente a opiniones vagas, que no implicaban una indispensable disciplina sino en el sentido de una opresión permanente, apoyada en una autoridad sobrenatural.Keywords
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